Y si. Era sabido. Tenia que caer en esa. "De ese agua no he de beber", decía yo tiempo atrás, cuando las madrugadas con un bebé eran agotadoras...
Pero caí.
Quiero ser mamá nuevamente.
Deseo que Valen tenga un hermano, una hermana.
Octubre 2014, la felicidad, el miedo, la ilusión se mezclaban de nuevo en el corazón y en el alma.Dos rayitas, seis semanas de embarazo, con una certera predicción por parte de Valen de que esa beba estaba dentro de la panza de mamá, mucho antes de que nosotros lo hubiésemos sospechado. Gillia, se llamaba, desde hacia mucho tiempo, según él.
Días mas tarde, perdidas, reposo. Dolor. Guardia.
Se cayó la ilusión.
En Noviembre del 2014 nos casamos, después de 13 años y medio de noviazgo y un hijo de 4 años.
Al quinto día de la Luna de Miel, dolor agudo, desmayo, guardia, internación, traslado 50 km, cirugía de urgencia.
Embarazo ectópico en trompa izquierda. Rotura de trompa, hemorragia interna. 3 litros o mas, de sangre infectada dando vueltas por ahí.
De a poco, lo vamos superando.
La ciencia nunca pudo decirme nada de ese embarazo.
Pero yo se que era nena, y se llamaba Juliana.
Soy mamá de dos. En distinto plano. Le hablo, le pido. La lloro, la amo.
La ligadura de la trompa izquierda nos deja con menos posibilidades, pero no con menos ganas.