- Bloquear las escaleras para evitar caídas (desde el piso superior) o evitar que el bebé suba los escalones (desde la planta baja).
- Usar protectores de goma en las puntas filosas de muebles, sillas, mesas ratonas, etc.
- Cuidar que los estantes de las bibliotecas no lleguen hasta el suelo, porque los bebés los usan para trepar y pueden tirarse el mueble entero encima.
- Mantener bien guardados los adornos de cristal y vidrio, su rotura puede implicar riesgo de corte.
- Tener en cuenta que los barrotes de la cuna no estén a más de 8 cm de distancia uno de otro y que la baranda no le llegue por debajo de las tetillas para evitar caídas (recordemos que la cabeza de los bebés es más pesada proporcionalmente al resto del cuerpo).
- Nunca dejarlo solo en el cambiador, los movimientos de los bebés son mas rápidos que una simple mirada nuestra hacia atrás.
- Las paletas del ventilador son tentadoras para meter los deditos...
- El piso del baño y de la bañadera son resbalosos, evitar caídas colocando una goma o alfombra antideslizante.
- Mantener cerrada la puerta del baño.
- El andador es un tema aparte: según estudios médicos, no estimula la marcha del bebé , no contribuye a la coordinación de sus miembros, (estos sí se desarrollan mediante el gateo) y se aumentan las posibilidades de sufrir serios traumatismos en el cráneo y fracturas múltiples. El bebé puede inclinarse a recoger un juguete que vio en el suelo y el andador puede darse vuelta; puede golpearse contra muebles y mesas y hay un riesgo grandísimo de caídas por escaleras o pequeños desniveles que hay en el piso, a veces imperceptibles por adultos.
- Las quemaduras son lamentables, porque en la mayoría de los casos dejan huellas en la piel de los niños, que es mucho más fina que la de un adulto, por lo que las temperaturas no muy altas producen grandes lesiones.
- Pueden ser por exposición al calor seco (contacto con un objeto caliente), calor húmedo (vapor o agua caliente) y eléctrica. Frente a una quemadura, colocar agua fría en la zona afectada, envolver con una venda y acudir al medico.
- Si se tiene un arma de fuego en el hogar, debe ser guardada con mucho sentido común y mantener alejada de las municiones.
- Nunca cocinar ni manipular agua o aceite hirviendo con el bebé en brazos.
- No dejar platos con comida caliente en los bordes de la mesa ni sobre individuales o manteles, los bebés suelen tirar de ellos.
- Las asas de las ollas y sartenes deben estar hacia adentro y nunca sobresalir del borde de la cocina.
- Usar protectores plásticos para los enchufes, y de ser posible evitar enchufar o desenchufar cosas en presencia de los niños: suelen imitar todo.
- La plancha es muy peligrosa, ya que el cable suele quedar al alcance de los niños y la tabla de planchar suele ser muy inestable.
- Al calentar mamaderas en el microondas, tener presente que se calentará mucho el liquido y poco el envase. Colocar unas gotas en el dorso de tu brazo para evitar quemaduras en la boca del bebe.
- Mantener a los niños dentro del corralito o dentro de su cuna mientras se use el horno. La puerta del mismo suele tardar un rato largo en enfriarse y pueden producirse quemaduras en manos, caras, piernas, etc. ("PREFIERO QUE LLORE EL BEBE POR QUEDARSE UN RATO EN EL CORRALITO Y NO QUE LLOREMOS TODOS PORQUE SE QUEMO", palabras del pediatra de Valentino)
- Guardar los cuchillos, tijeras, fósforos y encendedores en cajones altos. Si tiene cuchillos en bases de madera (que se guardan de punta) dejarlos en la parte mas alejada del borde de la mesada y sin manteles ni individuales que puedan atraer el objeto hacia el niño.
- Tener especial cuidado al freír alimentos, ya que en general se producen salpicaduras de aceite.
- Los niños nunca deben estar presentes cuando se manipulen ollas con agua o aceite hirviendo, por más seguro que uno se sienta, nos podemos resbalar y derramar liquido.
- Usar, en lo posible, siempre las hornallas de atrás.
- Al abrir la puerta del horno, asegurarse que los niños no estén cerca.
- El piso de la cocina debe permanecer absolutamente seco y libre de objetos que puedan provocar caídas y resbalones.
- No permita que el bebé permanezca detrás de las puertas vaivén.
- No dejar cables colgantes de licuadoras, planchas, etc ya que los niños pueden tirar de ellos.
- No deje el trapo de piso al alcance del bebé, ya que seguramente se lo lleve a la boca y contiene muchos gérmenes (por más que esté limpio a la vista).
- Absolutamente todos los productos de limpieza deben guardarse en lugares altos. Hasta el detergente que usamos en la cocina puede ser toxico si se lo ingiere.
- Al abrir una lata, prestar especial atención en descartarla en un lugar seguro. Son muy cortantes y pueden infectar la herida.
- Mantener todos los medicamentos alejados de las curiosas manos de los niños. Prestar atención a la fecha de vencimiento y descartarlos en un lugar seguro.
- En lo posible, no almacenar productos de limpieza en vasos o botellas de gaseosa. No guardar productos de limpieza debajo del inodoro.
- Al realizar la limpieza de la casa, mantener el producto que se esta usando, bien tapado y a la vista.
- En los bebes menores de 3 años, usar juguetes grandes y que no tengan piezas pequeñas.
- Las monedas, los botones y las pilas son sumamente peligrosos.
- No usar bolsas de plástico para guardar juguetes, ya que los bebes suelen sacar los juguetes y jugar con las bolsas.
- Al acostar al bebe, no dejarle cadenas ni cintas porta-chupetes, que puedan enroscarse alrededor de su cuello.
- No tapar al bebe con sabanas o mantas pesadas.
- No usar almohadas, almohadones o peluches grandes en la cuna del bebe (pueden taparse la cara al dormir y pueden usarlo como escalón para trepar cuando están despiertos).
Estos son algunos ejemplos de lo que puede ocurrir en un hogar, seguramente hay muchísimos mas. Lo importante es prestar atención y estar alerta de lo que puede suponer un peligro para nuestros bebes.
A partir de lo que me paso con Valentino (para los que no lo sepan, pueden leerlo aquí), estoy mucho mas alerta, porque de los errores se aprende. Pero la idea es PREVENIR, y no lamentar.
Y hay una frase que leí una vez que me hizo pensar: "Si un adulto se pusiera a gatear durante un rato, se daría real cuenta de la cantidad de peligros que hay en un hogar".
Yo lo hice... y es cierto.