sábado, 11 de diciembre de 2010

Cita a ciegas

No sé por dónde se empieza a contar el inicio de una nueva vida.


Me siento en deuda con este blog, siento que le debo un relato de lo que fue nuestro nacimiento. Y digo “nuestro” porque ahora más que nunca estoy convencida que no sólo naciste vos, sino también papá como papá, yo como mamá y una nueva vida para los tres.

Voy a tratar de contarte como fueron las cosas desde el día en que supuestamente ibas a nacer, ese 18 de Octubre en el que me habían dicho que después del monitoreo, vaya directamente a internarme porque ya tenías que estar afuera… El día anterior había sido el Día de la Madre… que sensación mas rara… estaba ahora de este lado del mostrador, recibiendo regalos, felicitaciones, mensajes de texto, y yo sin poder creerlo… estaba a menos de 24 hs. de ser mamá! Ni papá ni yo podíamos terminar de entender qué es lo que iba a pasar. Hay algo que te dice que va a ser una día más que especial, que te va a cambiar la vida y que seguramente va a ser el día más importante de nuestra vida. Pero es muy difícil, casi imposible imaginarse y anticiparse a este tipo de cosas. Esto es completamente nuevo, es raro, la cabeza no tiene representaciones de la situación, siempre fui testigo de este tipo de cosas, nunca fui la protagonista, y da miedo. Da miedo no saber enfrentar los obstáculos, no poder con todo.

Me pregunté muchas veces si era de mala madre no poder imaginarme tu carita. Pero llegué a la conclusión que no. No tengo porqué sentir culpa por no conocer a alguien a quien nunca vi. Es como tener una cita a ciegas. Papá y yo íbamos a conocerte a vos y vos a nosotros.

Esa noche, la madrugada del 18, fue imposible conciliar el sueño. Creo que las razones son obvias. Los nervios y la ansiedad se complotaron en mi contra para no dejarme pegar un ojo en toda la noche o soñar semi-dormida con todo lo que me esperaba vivir.

Teníamos que estar temprano en la clínica porque nos iban a hacer ese ultimo monitoreo y después de eso, la internación. De todas maneras, no hizo falta despertador. Fue una de las pocas veces en mi vida que me desperté antes de escuchar su horrible sonido. Y seguía siendo todo muy muy raro… había que levantarse para ir a parir… para tener un hijo, para que alguien me ayude a tener conmigo a alguien que estuvo conmigo durante 9 meses y un poquito más…

Me levanté, me vestí, prendí la computadora, contesté un par de mails, entré al Facebook y comenté: “Gracias a todos por los saludos, por estar presente y por preocuparse… los queremos mucho mucho y tengo mucha fe que todo va a salir bien, que Valen va a estar en perfectas condiciones y que va a ser un bebé sano y hermoso… y tengo la leve intuición que hoy va a ser el día mas feliz de mi vida. Hasta luego a todos… me voy a parir =)”

Apagué la computadora, desperté a papá, preparé los bolsos, los documentos, el celular, el cargador. Le di agua y comida a la perra. Algo más debo haber hecho, pero no lo recuerdo. Creo que nos sacamos unas fotos, pensando que iban a ser las últimas con la panza.

Salimos. Con esa rara sensación que es muy difícil de explicar. Cruzamos Rivadavia los dos, agarrados de la mano, cada uno con un bolso. Creo que no hablamos demasiado. No había lugar para muchas palabras, con tanta cantidad de sensaciones y sentimientos nuevos.

Llegamos al primer piso, dejé la orden para el monitoreo y nos sentamos a esperar. Nos llamaron y nos atendió la misma partera que dictó el curso de pre-parto. Le dijimos que después de ahí nos íbamos a ir a ver a la doctora para internarnos y nos miró con una cara como asombrada y nos dijo que creía que era difícil porque los lunes eran días complicados para internarse, pero que iba a hablar con la doctora y después nos avisaba… Ahí se me empezó a venir el mundo abajo. La desilusión, las ansias, el miedo, todo se me vino a la cabeza una vez más. Nos miramos con papá con una rara mezcla de alivio y decepción. Tampoco seria hoy?

Mientras me hacia el monitoreo y escuchábamos los latidos fuertes de tu corazón, se puso a sacar cuentas, no ya de las semanas de embarazo sino de los días. Cuando terminó, nos dijo que estabas bien y que esperemos en el 3º piso, que ella iba a hablar con la doctora y ahí se resolvería.

Fuimos y nos sentamos a la salida del ascensor como ella nos pidió y esperamos. Con los bolsos a cuestas. Con el corazón latiendo fuerte. Con la ansiedad a flor de piel. Con las ganas que nos digan que hoy iba a ser el día. Con las ganas que nos digan que hoy no iba a ser el día.

Apareció por la puerta de vidrio y me dijo que siga esperando…si, que fácil. Al rato la vemos hablar por teléfono y me llama, me pasa con la doctora que con su mejor onda, quiso hacerme unos chistes acerca de que vos no querías salir porque seguramente estabas muy cómodo o muy enamorado de mi, pero la verdad es que no le presté atención, yo solo quería que me diga: “quedás internada, hoy vas a ser mamá”. Pero no. Por el contrario, me dijo que las 3 salas de preparto estaban ocupadas, que habían 2 cesáreas programadas, y que no había camas para internación. Las opciones que me dio fueron: quedarme ahí sentada, esperando que se hagan las 5 de la tarde para comenzar con la inducción a esa hora, pasar toda la noche con goteo y recién parir por la mañana, o agarrar mis bártulos, volver por donde vinimos y regresar temprano al día siguiente ya con el lugar asegurado en una sala de preparto, una cama para internación y la certeza de que de ese día no pasaba.

Analicé en mi cerebro ambas posibilidades y no pude descifrar cuál era mejor de las dos; entonces me puse en manos de la doctora y le pedí que me diga cual era la mejor opción para mi. Me respondió que si esperaba hasta las 5 de la tarde de ese día, pasar toda la noche con trabajo de parto y parir recién por la mañana sería agotador. Me recomendó que vaya a casa a descansar, que duerma y que vuelva fresca por la mañana. Claro, era lo mas lógico.

Así hicimos, volvimos caminando por el mismo lugar y llegamos a casa con una mezcla de sueño, desilusión, alivio, malestar, enojo, etc.

Prendimos la compu, miramos el video del chino cirujano para distendernos, mandamos mensajes avisando que hoy no nacerías y yo publiqué en Facebook: “Volvimos. No, no fue un parto veloz. Pasó que como no había camas disponibles me mandaron de vuelta y me “anotaron” para mañana a las 08.30 hs., como si todo esto se tratara de un trámite… pero bueno, dicen que todo pasa por algo, no? Una pregunta… alguien sabe dónde venden “paciencia”? Ya averigüé en carnicerías, ferreterías y cotillones… pero no tienen”.

La pregunta era que íbamos a hacer para pasar esas horas, se harían interminables… entonces nos fuimos a comprar unos cartelitos para colgar en la puerta de casa y en la puerta de la habitación del sanatorio. Recorrimos un par de cotillones y encontramos unos bastante lindos. Y ahora? Vamos a ver si conseguimos la cafetera que quiere papá. Fuimos a Frávega y si, ahí estaba. Y ahora? La verdad es que no recuerdo qué hicimos después. La cosa es que el tiempo no pasaba jamás.

Y llego. La mañana del 19 de Octubre de 2010.

Dios! Al fin! Claro que no dormimos bien, y tampoco fueron necesarios los servicios del Sr. Despertador. Hoy sí era EL día, no podía pasar de hoy… o si?

El viaje es corto, a pie, pero parece eterno. Cruzar la Av. Rivadavia a esa hora en general es una misión imposible, pero por algún motivo, en ese momento, no venían autos de ningún lado. Pasamos la vía, otra vez agarrados de la mano y cada uno con un bolsito, parecíamos dos turistas, cargados y desorientados. Intentamos que parezca normal, cruzamos un par de palabras, comentamos un par de cosas, seguramente irrelevantes. Y llegamos. A todo esto, recordaba que estaba yendo, ni mas ni menos, a tener un hijo.

Ascensor. Tercer piso. Recepción de Obstetricia. Pensé: cómo le informo lo que vengo a hacer? Se me ocurrió: “Hola, vengo a tener un hijo”.

No.

“Que tal? Tengo turno para parir”.

No.

“Buenos días. Vengo a que alguien me ayude a sacar a mi bebe porque no quiere salir”.

No.

Atiné a decir: “Hola, vengo a internarme”. A lo que la chica me preguntó de qué medico era paciente, y yo respondí mi nombre. Recuerdo la expresión de ella ante la respuesta, como compadeciéndose por mi estado de locura evidente. Papá me dijo: “no te preguntó tu nombre, te preguntó quién era tu medico”. La chica me dijo: “está bien, no te hagas problema”. Que papelón.

Ingresó los datos y nos pidió que la siguiéramos. No había nadie en el pasillo. SALA DE PREPARTO 1. Llegamos con nuestros benditos bolsitos. Los dos. Yo adelante y papá atrás. Entramos y dejamos todo en el suelo y me senté en el borde de la cama. A esperar. A esperar qué? Algún síntoma? No. A esperar a alguien que me diga qué hacer, qué decir, qué sentir, cómo reaccionar. Que me diga cuáles son los pasos burocráticos que generalmente se siguen para traer un hijo al mundo.

Apareció una partera, Carmen, se presentó y me preguntó los datos básicos de un embarazo, en qué semana estaba (41), FUM, nombre de mi médica, etc. Me dio una bata verde abierta a los costados, me pidió que me la ponga arriba de la ropa interior. Me explicó que iba a colocarme la cánula para suministrar la oxitocina, que provocaría las contracciones y la dilatación necesaria. Pensé que iba a ser mas grave realmente. Pero de todas maneras, me bajó la presión. A todo esto, eran cerca de las 9 de la mañana y a partir de ahí, comenzaron a correr las horas entre visitas, tactos, enfermeras que me preguntaban mil veces lo mismo, nombre, apellido, FUM, semanas de embarazo, etc, siempre conectada al aparato que monitoreaba los latidos de tu corazoncito. Cuando me acordé de la hora, eran las 3 de la tarde. Me pareció que el tiempo había volado, y a la vez me parecía que hacia una eternidad que estaba ahí acostada, esperando que por fin pase algo. Pero no. La partera venia a cada hora y verificaba la dilatación y los cambios, pero ingresé con 1cm. de dilatación, las contracciones eran ineficientes, por lo que después de tantas horas casi ni se había modificado.

A las 2 de la tarde decidieron romperme la bolsa para ver si eso ayudaba a que tu cabecita haga mas presión sobre el cuello del útero y provoque algo mas de dilatación.

Nada. (No voy a relatar ese momento porque realmente merece mi amnesia parcial).

Ya eran las 5 de la tarde. Yo no quería ni pensar, pero la idea de la cesárea comenzaba a rondar en mi cabeza como la peor opción del planeta. Algo tan temido por mi. No podía ni imaginarme el momento. Sentía decepción por mi misma. Un sentimiento de fracaso, culpa por no haber podido, miedo a la cirugía, al postoperatorio, miedo a convertirme en mamá. A no poder, a estar sola. A no merecerte.

Carmen me dio una hora más de plazo. Me dijo que a las 6 de la tarde me haría el último tacto para terminar de descartar mi “idílico” parto normal.

No se como transcurrió el tiempo, ni quiénes estaban en la habitación, ni quiénes estaban afuera en el pasillo. Se que tus abuelos y todos nuestros amigos habían hecho guardia desde temprano, pero yo no estaba ahí. Mi mente iba por otro lado. No quería ver ni escuchar a nadie. Traté de conservar la calma y poner toda mi energía positiva para que vos estés bien.

Las 6. Último tacto. 2,5 cm. de dilatación. Carmen ya no sentía tu cabeza con la punta de los dedos, o sea que vos en lugar de descender, habías subido.

Me preguntó si quería saber la verdad y obviamente le dije que si. Me dijo que considerando que vos y yo estábamos bien, podríamos seguir con el goteo 12 hs. más y ver que pasaba por la mañana, pero que ella creía que era inútil. Me dijo que hablaría con mi médica y le explicaría la situación, pero que era muy probable que se decidiera por una cesárea. Dios... Se me vino el mundo abajo. Todos me decían que era mejor, que no íbamos a sufrir ni vos ni yo… pero yo quería que nadie me hable, que se vayan todos… me sentía tan mal, tan inútil como madre, tan agotada mentalmente… y eso recién comenzaba. Volvió Carmen con la novedad que mi médica había decidido realizar una cesárea y dijo que alrededor de las 19 hs. estaría comenzando la cirugía.

Quisimos estar solos con papá en la habitación. Y lloramos. Los dos. Porque por primera vez en todo el transcurso del embarazo teníamos la certeza de cuándo ibas a nacer, de cuándo nos convertiríamos en papás. Dentro de una hora.

No se cuánto tiempo pasó, pero Carmen volvió con una cofia y unos cubre-pies para mi, me pidió que me saque la ropa interior y me deje solo la bata. Creo que a todo esto, a papá lo mandaron a vestirse de padre después de sacarme una foto. No recuerdo nada de ese lapso de tiempo que pasó. Se que Carmen vino con una silla de ruedas y me senté. Recuerdo haber saludado a los abuelos, y a Gi que me dijo algo así como que todo iba a salir bien y me dio un beso.

Y ahí estaba yo, en mis últimos momentos como embarazada, con mi mente volando por un mundo distinto, con ganas de salir corriendo o que me trague la tierra o que mágicamente alguien decida que el embarazo podía durar dos años y así poder posponer ese momento. Vi a mi médica por primera vez en todo el día y lejos de darme tranquilidad, me recordó que faltaba poco para convertirme en una carnicería ambulante.

Recorrí un pasillo con Carmen empujando la silla de ruedas y llegamos a una habitación sin puertas a la derecha: el quirófano. Siempre me imagine que seria un lugar con dos puertas vaivén con ventanitas redondas de vidrio. No se, es lo que vi en las películas. Era chiquito, había una camilla y en el suelo, una escalerita de madera de 3 escalones. Me bajé de la silla y me subí a la camilla. Me senté en el borde mirando hacia la pared. No miré nada más, no quería ver nada más. Solo recuerdo el reloj grande que estaba colgado en esa pared que tenia enfrente. Y las agujas marcaban las 19:15 hs.

Apareció un hombre de algún lugar que no vi, y alguien me lo presentó como el anestesiólogo. Mi médica estaba apoyada en esa pared, debajo del reloj con las manos detrás de la espalda y decía algo que no recuerdo bien pero creo que dijo algo como que no querías salir, que estabas muy enamorado de mi. Esbocé una sonrisa, o traté de hacerlo. Ni ganas tenía realmente.

El anestesiólogo se paró detrás mío y apoyó sobre la camilla a mi derecha una caja y dijo “No la toques”. Como si yo tuviera cara de tener ganas de andar tocando esos elementos de tortura. Carmen se puso adelante mío y me pidió que me incline hacia delante, como haciéndome una bolita, con los brazos rodeando la panza. El médico me pasaba una gasa con desinfectante por la espalda, muy fuerte, con mucha presión y la verdad es que me daba cosquillas. Yo no tenía ninguna intención de perjudicar su trabajo, pero me movía. Y me retó. Me dijo que si me seguía moviendo, me iba a tener que arreglar sola, y que me iba a quedar paralítica porque era una zona muy delicada. No era necesario tratarme así. Pero bueno, hay médicos bastante insensibles. Brutos, diría yo. Me aviso que sentiría un pinchazo en la espalda, en la parte baja. Y sentí el pinchazo, pero no fue lo peor. Sentí que la aguja se trababa y él le pidió a Carmen que me incline más hacia adelante, porque se había topado con una vértebra. Carmen me agarró de los hombros y me arqueó la espalda. A todo esto, yo no sabía si llorar, si salir corriendo con las últimas fuerzas que me quedaban, si putear a todos los presentes, si sobornar a Dios para que cambie las reglas de juego a último momento, como por ejemplo que a partir de ese momento se pudiera vivir por siempre embarazada o que el niño salga milagrosamente de ahí sin necesidad de pasar por eso… se supone que debería ser el momento mas feliz de mi vida, pero la verdad es que hasta ese instante, no lo viví así…

Al inclinarme hacia delante, sentí un “tac” y alguien dijo “ahí pasó”. La aguja con la anestesia. Eso había pasado.

Me dijeron que iba a sentir un líquido caliente por las piernas y que me apure a acostarme porque el efecto era rápido y necesitaban que yo levante la cadera para pasar una tabla por debajo mío. Automáticamente sentí que mis piernas me abandonaban. Y con ellas, mis ultimas esperanzas de escapar de ahí. Quede reducida a una cabeza con brazos y parte del pecho. Podrían haber vendido todos mis órganos que yo no me hubiese dado cuenta.

Mi médica comenzó a pasarme una gasa con ese líquido marrón para evitar infecciones por toda la panza, parte de las piernas y el pecho. Y yo todavía sentía un cosquilleo, así que empecé a entrar en pánico recordando la película “Bajo anestesia”, y tuve miedo que empiece la cirugía, que no me hayan anestesiado bien la zona y que yo no pueda hablar para avisar lo que pasaba. Pero sí podía hablar. La cosa es que no quería hacerlo. Y ya que la tierra no me había tragado, que tampoco había tenido la oportunidad de salir corriendo y que Dios no había modificado las reglas del embarazo por mi, lo único que me quedaba para zafar, era dormirme. Quería cerrar los ojos y desaparecer de ahí. Me sentí culpable por no querer estar en ese lugar recibiendo a mi hijo, a mi bebé, al que había esperado tanto, al que tantas veces intenté imaginar y no pude. Ahora iba a tener la posibilidad de conocerlo, abrazarlo y yo no quería. Me sentí y me siento todavía una tremenda hija de puta por sentir eso, pero no lo puedo negar.

Para peor, me abrieron los brazos y me los ataron a una madera que pasaba por debajo de mi espalda, así que quede totalmente entregada, en una postura de crucifixión. La escena en mi mente es terrorífica.

Con las pocas ganas que tenía, giré la cabeza hacia la derecha y vi a papá vestido de papá. Lo reconocí por los ojos, porque en realidad sólo eso se le veía. Creo que estaba detrás de esas puertas vaivén con los vidrios redondos que yo había visto en las películas. La cofia le tapaba hasta las cejas y el barbijo casi le llegaba hasta los ojos. Pero su mirada es única para mí.

La médica me explicó algo que no me acuerdo. Yo mantenía los ojos cerrados y la esperanza de dormirme.

Carmen se sentó al lado de mi hombro derecho y me explicaba lo que estaba pasando en la carnicería, como si yo tuviese ganas de saberlo.

Creo que ya habían empezado a cortar, pero yo seguía teniendo miedo de sentir todo.

Mi médica dijo: “Che… denme un bisturí que corte… me dieron un Tramontina…”

Y todos se rieron. Claro, todos menos yo que quería mandarlos a todos a la mierda, decirles que para mi no era gracioso ni mucho menos. Creo que en ese momento, además de asustada, estaba enojada. Conmigo y con el mundo entero. Lo único que escuchaba era el ruido de un aparato que succionaba líquidos, como el del dentista. Un espanto.

Carmen seguía con su relato inentendible y en un momento escuche: “Ah… pero es re gordito… con razón no salía…”

Al segundo escuche: “Tiene 2 vueltas de cordón, con razón se fue para arriba…”

Me obligué a abrir los ojos y vi por encima de la cortina que tenia frente a mi, que asomaba un pedacito de cordón. Carmen me dijo al oído: “Ahora vas a sentir una presión grande, no te asustes…” Y si, sentí que la hinchada completa de Huracán metía las manos en mi panza como revolviendo un guiso de lentejas y de repente sentí que me vaciaba por completo. Alguien bajó la cortina y apareció una carita hinchada, moradita, mojada y semicubierta por una sustancia blanca, unos ojitos abiertos, y tu ceño fruncido… tus ojos que en ese momento creí que me miraban a mi, tu ceño fruncido que ahora que te conozco un poquito más, puedo decir que es característico en vos, tus hombritos pegaditos a tu cabeza y tus bracitos encogidos. Una imagen que nunca me voy a olvidar.

La doctora dijo que no quedaban dudas de que eras un varón y te dio vuelta, te vi la colita, las piernas y los huevitos. Yo asentí con la cabeza, no sé porqué. Escuché: “Hora de nacimiento, 19:42”. Alguien dijo, muéstrenselo al papá. Entonces te alzaron un poco más y se corrieron para que pueda verte. Te envolvieron en una manta o toalla y la enfermera te trajo al lado mío, del lado izquierdo, y me dijo: “Acá esta tu bebe, querés darle un beso?” Gire la cabeza y te miré. Te dije: “Hola bebé… hola mi amor” y sentí que se me caía una lagrima de mi ojo izquierdo. Te di mi primer beso justo al lado de tu ojito izquierdo, no recuerdo si los tenias abiertos, creo que no.

No vi para dónde te llevaron y me pareció muy raro, porque era la primera vez en 9 meses que no estabas conmigo, que no sabía dónde estabas ni con quién. Volví a cerrar los ojos. Ya era mamá. Y ahora qué? Ahora tenía un hijo. Ahora era responsable de la vida de una persona, para siempre. Tuve miedo de no ser capaz, de no poder. De no ser una buena guía para vos.

Alguien me dijo que me iban a empezar a coser y que ya terminaba todo. Que paradoja… para mí, recién comenzaba todo. Carmen ya no me hablaba al oído, se había ido con vos, creo.

Yo escuchaba un llanto y me parecía que eras vos, pero estaba en una nebulosa, no tengo recuerdos muy claros de ese rato.

Cuando terminaron conmigo, la doctora se sentó al lado mío y me preguntó si estaba bien. Yo seguía con los ojos cerrados y asentí, pero no era verdad. Seguía con muchas ganas de salir corriendo. Pero si podía mover dos músculos de la cara, era mucho. Me dijo que trate por 6 horas de no hablar para no llenar de aire la panza. Y creo que me dijo algo de que eras muy bonito o muy grandote. Pero no lo recuerdo.

No se cuánto tiempo pasó. Yo me quedé con los ojos cerrados preguntándome a cada rato si me había dormido. Pero no. Después sentí que me movían. Era el camillero que me estaba pasando a la camilla para llevarme a la habitación. Mis piernas parecían de otra persona. No respondían a mis órdenes y para colmo, no tenia idea dónde estabas vos ni con quién. Qué desesperación me agarró.

Supongo que recorrí en camilla el mismo trayecto que había hecho hacía un rato en silla de ruedas, pero esta vez mi condición era otra: ya no estaba embarazada. Ahora era MAMÁ.

Recuerdo que antes de salir del quirófano, abrí los ojos un instante y miré el reloj de la pared. No quería ver la hora, lo que necesitaba por algún motivo era ver el reloj.

Cuando volví a abrir los ojos, estaba del otro lado del pasillo y vi el cartel de “Obstetricia y neonatología” y creo haber visto caras conocidas pero no recuerdo a quién.

Me llevaron a la habitación, la número 406 y entre el camillero y una enfermera me pasaron a una cama, al lado de la ventana. Una habitación que yo vi gigante. Me pusieron calmante en el suero y alguna que otra cosa. Tengo recuerdos muy vagos de esos momentos. No me acuerdo si fue papá o alguien más que me dijo que iban a tenerte un par de horas en observación porque habías pesado mas de 4 kg.

No se si el tiempo pasó rápido o lento. Se que en un momento, se abrió la puerta y papá me dijo: “Acá llegó el bebé”. Te traían en una cunita transparente con ruedas. Todo vestido de blanco, y cuando te acercaron te miré la cara y vi que era la misma que había visto en el quirófano, y me quedé tranquila.

No recuerdo bien qué fue lo que sentí, tampoco se si te tuve en brazos en ese momento o si fue más tarde. Pero no podía creer que ese bebé eras vos, Valentino, que hasta hacía un rato habías estado todo acurrucado adentro de mi panza, que te movías como un loco, tenias hipo… ERAS VOS! No lo podía creer…

Vino una enfermera y te puso en mi pecho. Succionaste como si lo hubieses hecho durante décadas. Lo increíble de la naturaleza.

Esta es la historia de nuestra cita a ciegas.

El próximo relato será de nuestros primeros días juntos en la clínica y nuestra llegada a casa como familia.

BIENVENIDO HIJO. TE AMO.

Mamá.

jueves, 2 de diciembre de 2010

BIENVENIDO HIJO...



Aca tenias 3 horas de vida...que puedo decirte? Mi vida es completamente tuya.

sábado, 16 de octubre de 2010

jueves, 14 de octubre de 2010

miércoles, 13 de octubre de 2010

Llegada inminente

Monitoreo fetal, el tercero ya. No sólo tengo las pruebas gráficas sino que también grabé con el celular el sonido que salía de ese aparatito que era lo más parecido a un motorcito, a una locomotora tan rápida y fuerte que se me llenó el corazón de orgullo.
Después de ahí, a ver a la médica. Al fin! Antes, nuestros controles eran mensuales, luego quincenales, y no pasaba nada. Pero ahora, una semana de espera es demasiado tiempo para conseguir algún dato, alguna novedad, alguna promesa que oriente mi ansiedad hacia algún punto del calendario.
Y hoy estaba dispuesta a sobornar a la doctora con tal que me diga "algo" a lo que atenerme, y no sólo "...hay que seguir esperando..."
Pero por suerte, no fue necesario coimearla. Me dijo que el cuello de útero estaba en proceso de borrado, que estaba más blando que la vez anterior y que tenía 1 cm. de dilatación. No es nada. Y es totalmente insuficiente para que puedas nacer. Pero con solo saber que habíamos avanzado ese pasito, yo fui feliz.
Sacó la cuenta de los dias y me dijo que para el 18 de Octubre tenías que estar afuera, así que si no pasa nada de hoy hasta el lunes... ya tenés fecha de nacimiento!
Ay! Qué raro es todo esto! En 5 días vamos a ser papás! No lo puedo creer, no caigo.
Y me estoy dando cuenta que le vamos a tener que cambiar el nombre al blog, porque ya no vas a estar más a bordo de mamá. Aunque siempre vas a ser parte de mi.
Y me hace tan feliz...

lunes, 11 de octubre de 2010

(No tan) Lejana FPP

Se veía muy lejana. Tanto que creí que tardaría años en llegar, e incluso que nunca llegaría. La tan afamada Fecha Probable de Parto (FPP), hoy, 11 de Octubre de 2010 llegó y pasó. Sin novedades y sin vistas de que tengas ganas de queres salir.
Incluso pensé que para hoy, ya estarías acá con nosotros. Tal vez haya sido la ansiedad que empezó a aparecer a principios de Septiembre cuando me atreví a pensar que ya para ese mes seríamos papás. Pero no. Decidiste seguir demostrando tu personalidad y nos hacés esperar a todos. No sólo hasta la fecha en que se cumplen tus 40 semanas a bordo, sino incluso, unos días más.
Hoy es lunes, pero feriado, por lo tanto la doctora recién nos verá el miercoles 13. Y veremos qué nos dice. Por ahora, lo único que puedo hacer, es esperar... Y seguir esperando...
Pero el que espera, desespera.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Experiencias pre-parto

*CURSO: a mi manera de ver, inútil. Muy teórico. Pocos datos rescatables. Menos datos tranquilizadores. Casi nada de práctica de respiracíon o relajación.
La charla de lactancia, buena. No más que eso. Quizás tenía demasiadas expectativas.

*PIES HINCHADOS: el día que cumplimos 37 semanas, amanecimos sin tobillos y con los empeines super hinchados. El médico dijo que es normal, por la retención, el calor y la edad avanzada de la gestación. Nada grave.

*MONITOREO: es una especie de electrocardiograma, pero para vos. Apoyan un estetoscopio electrónico en la panza, conectado a una máquina que monitorea los latidos de tu corazón, tus movimientos y mis contracciones.
Debí sobornarte con un desayuno bien azucarado y una gaseosa durante el estudio. Te moviste hasta dos minutos antes de entrar al consultorio y dos minutos después de salir. Pero cuando esperamos que nos des unas patadas, nada. Asi sos. Como mamá. Si no tenés ganas, no te gusta que te molesten.
Tenemos que hacernos un monitoreo por semana hasta que nazcas. Tenemos turno para el Lunes 4 de Octubre, una semana antes de la fecha probable de parto. Y después de eso, tenemos que ver a la doctora; si para ese día todavía no diste señales de querer salir, veremos qué nos dicen.



*TACTO: Momentos desagradables si los hay. Pero hay que pasarlo. Resultado: cuello del útero totalmente cerrado. No hay vistas de que haya novedades para esta semana.

*ULTIMA VISITA AL CONSULTORIO DE LA DOCTORA: a partir de ahora, nos manejamos por guardia... o sea que el momento "D" puede ser en cualquier momento...

*ULTIMA ECO: qué nostalgia... recordar aquella primera imagen tuya en la que los latidos de tu corazoncito se hacían notar titilando como una estrellita. Mi pequeña estrellita.
Hoy, antes de comenzar la eco, el médico jugó y apostó con solo tocarme la panza que estarías pesando 3,500 o 3,600.
Perdió.
Al medirte el fémur, calculó unos 3,800.
Cómo hiciste para convertirte en este bebote hermoso de casi 4 kg en solo 38 semanas? El milagro de la vida que se logra porque el cuerpo es una máquina perfecta y la naturaleza hace lo suyo. De todas manera, es in-cre-i-ble.
Vimos tu carita de frente, como mirandonos y tu puño cerrado pegado al cachete. El médico se sorprendíó por el tamaño de tu manito. Y papá... orgulloso, claro. Hijo `e tigre...
Dijo que se veía muy cómodo, que tenías líquido amniótico para rato y que aparentabas no tener muchas ganas de salir por ahora. Yo te pediría que vayas apurando los trámites, porque mami está que explota y no se cuánto tiempo más podré aguantar...
Cuando salimos, le pregunté a papá si le había gustado volver a verte después de tanto tiempo, y me dijo que si, pero que ya tenía ganas de verte en vivo y en directo. Qué ternura... Verlos a los dos jugando, conversando. Tu pequeña gran manito agarrando su dedo.
Cuándo?



Espero que estos días me des la respuesta.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Tus primeros meses de vida

Enero...Buscándote...




Photo Calendars at WiddlyTinks.com


Febrero...nos avisaste que venías...




Photo Calendars at WiddlyTinks.com


Marzo... tus primeras vacaciones...




Photo Calendars at WiddlyTinks.com


Abril...empezabas a asomarte...




Photo Calendars at WiddlyTinks.com
Photo Calendars by WiddlyTinks.com


Mayo... a mitad de camino, empezaste a moverte...




Photo Calendars at WiddlyTinks.com


Junio... Bebé mundialista...




Photo Calendars at WiddlyTinks.com


Julio...un pequeño gran adelanto...




Photo Calendars at WiddlyTinks.com


Agosto... preparando tu habitación...




Photo Calendars at WiddlyTinks.com
Photo Calendars by WiddlyTinks.com


Septiembre...últimos días a bordo...?




Photo Calendars at WiddlyTinks.com
 


Octubre... Ahora si, últimos días a bordo...



Photo Calendars at WiddlyTinks.com

lunes, 6 de septiembre de 2010

Será...

¿Será en Septiembre o en Octubre?

sábado, 4 de septiembre de 2010

viernes, 3 de septiembre de 2010

Hola, aqui estoy



Willy Breinholst, "Hola Aqui estoy".

Resumen

Tengo tantas cosas que contarte que no se por dónde comenzar. Voy a tratar de poner orden a mis ideas para hacerte un relato más o menos coherente de lo que sucede aqui afuera.
Bueno, empiezo por lo más evidente. Tu blog ha sufrido un lavado de cara, que ya era necesario. El fondo anterior lo habíamos elegido en colores unisex, ya que por más que estábamos más que seguros que eras Valentino, debíamos confirmarlo.
Así que ahora, y después de exactamente 7 meses de abrir este blog (recordando aquel 3 de Febrero en el que te hiciste notar por medio de dos rayitas fucsias), le venía bien una refrescada. Espero te guste, porque está elegido pensando en vos.
Sigo por contarte que los tíos Gi y Ro te regalaron la practicuna, hermosa y práctica (una vez armada), porque te cuento que éramos 4 tratando de descifrar las pequeñas trabas y tratando de sortear los obstaculos que su armado requeria. Pero con paciencia, fuimos pensando, debatiendo y dándole forma a un precioso corralito moderno con música, luz, vibrador, cambiador incorporado, piso doble, gimnasio y móvil con peluches tiernos, tiernos.
Gracias amigos. Qué más podemos agregar. Valen va a disfrutar mucho sus estadías ahi dentro.
Sigo mi relato por tu habitación.
Después de casi un mes de espera, hemos recibido los accesorios que habíamos encargado. Una lámpara para el techo, un velador, cortinas y un almohadón con tu nombre bordado.  Todo haciendo juego. Debido al atraso en la entrega, te regalaron un hermoso cartel hecho en madera, con tu nombre y en composé con el resto de los accesorios. A papi se le ocurrió colocarlo en la puerta de tu habitación para que no quede ninguna duda de que ese será tu espacio, tu lugar exclusico, donde tendrás tus cosas, tu ambiente. Quedó tan bonito, tan tierno... tan de bebé. Aquí va una fotito para que veas como quedó:

Tu cuna y tu mueble es un tema aparte. Y no entiendo como puede haber tanta irresponsabilidad. Vamos a cumplir los dos meses de espera. Y parece que siempre hay algo que retrasa todo. Primero, la empleada que recibe el pedido completo, pero no se da cuenta que ambas cosas son para el mismo cliente, así que por "falta de espacio" en el local, devuelve la cuna (a los abuelos Olga y Carlos, gracias!) a la fábrica. Días más tarde y después de mucho reclamar, la tormenta de Santa Rosa fue la excusa, ya que "con lluvia no se realizan entregas desde fábrica". Así que nos resta armarnos de paciencia y seguir esperando. Mientras tanto, fuimos en busca de tu chiffonier (a los abuelos Carlos y Betty y al tío Daniel, gracias!) para poder acomodar tu ropita que ya estaba lavada y planchada.
Otra cosita para contarte: te compramos un catre para que duermas los primeros días con nosotros, en nuestra habitación, por si nos necesitas cerquita. Aunque es más probable que la necesidad de tenerte muy cerca sea más nuestra que tuya :)
Sea como sea, vas a estar con mamá y papá los primeros tiempos... y eso nos hace muy felices. Obviamente ya está armado, limpito y preparado para el momento en que decidas llegar.
Lo último: tus tías nos organizaron un hermoso "Baby Shower". Sorpresa. Me llevaron engañada a una casa y ahí me encontré con globos, souvenirs, regalitos para vos, etc. Todo pensado y preparado para agasajar tu pronta llegada. Y yo, chocha. Imaginate. Ver como te quieren y te esperan. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.
Gracias, amigas. Gracias V. Lo, Veringui, Gabucha, Yani (alias Cucu-Cucu), Lic. Tisco y Basili).
Creo que por ahora, eso es todo.
Espero haber hecho un buen resumen. Y sino, no te preocupes. Cuando nazcas, te voy a volver a contar, con lujo de detalles todo lo que viví y sentí cuando eras mi pequeño inquilino.
Tu primer contrato esta a punto de terminar... pero te propongo que lo renovemos, por uno que sea para toda vida.

lunes, 30 de agosto de 2010

Reloj, no marques las horas...

¿Cuánto te falta? Es la pregunta que más escucho últimamente. Y yo pienso, ¿cómo puedo yo saberlo?
Vamos a entrar en la semana 34, así que como máximo y esperándote hasta las últimas consecuencias, 6 semanas. Pero pueden ser 5, incluso 4. ¿4 semanas? Si, puede ser.
Ni yo me lo creo.
Tengo tantas cosas por hacer antes de que decidas llegar... terminar tu habitacíón, armar tu cuna y el mueble (cuando lleguen), poner el barral y las cortinas, la lámpara, comprar colchón, chichonera, sábanas, lavar tu ropa y acomodarla en los cajones, armar tu bolso y el mío, y demás cosas que seguramente me estoy olvidando.
Pero por algún motivo, estoy estirando y estirando el momento de hacer todas esas cosas. Yo creo que es porque me niego a creer que falte tan poco. Un poco por nostalgia y otro poco por miedo. Ese miedo que me esta agarrando a lo desconocido, a no saber a qué me voy a enfrentar. Lo único que se, y que mantengo, es que quiero tenerte sin cirugías que después nos impidan estar muy juntos los primeros días. Y a lo que realmente le temo es a la soledad. No quiero estar sola en el momento más importante de nuestro camino. Quiero poder compartir esta emoción de convertirme en mamá.
Ser tu mamá. El sueño más grande de mi vida.

sábado, 21 de agosto de 2010

Sueño con poder dormir

"Al dormir de espaldas, el peso del útero presiona la vena cava inferior que se encarga de llevar la sangre de las piernas de vuelta al corazón. Por lo tanto puede disminuir el flujo de sangre que llega desde el corazón al útero y con ello la oxigenación del bebé.
Lo ideal durante el segundo y tercer trimestre es dormir de costado, preferentemente del lado izquierdo, dejando que la panza descanse sobre una almohada y no ubicar el peso sobre la columna"
Ay qué fácil es dar teorías... Qué facil hablar y aconsejar... pero la práctica es un tanto mas complicada.
Claro que de lo primero que me tuve que olvidar es de dormir boca abajo: al principio porque me daba impresión e inconscientemente y dormida suponía que te iba a aplastar.
Con el paso de las semanas, también tuve que dejar de lado el "boca arriba", porque la panza pesa. No parece. Pero te cuento que debés estar pesando poco mas de dos kilos, más la placenta, que según dicen pesa más o menos lo mismoque vos, mas el líquido... creo que atarme una sandía sería más cómodo. Con todo ese peso, lo primero que siento comprimido al dormir boca arriba son los pulmones. Inevitablemente me falta el aire. NOS falta el aire. Y comienzo a marearme, sentir que me baja la presión, etc. Y por supuesto, la columna. La presión que ejerce tu primera cuna es muy grande y duele.
Por lo que me quedan las opciones de dormir de ambos lados. Aunque lo de "ambos" no es tan así.
Dicen que del lado izquierdo no se presiona la vena esa, pero la realidad es que dormir 7 u 8 horas siempre en la misma posición tampoco es tan saludable para mi cadera, que de por sí, duele. Y mucho.
Concuerdo con lo de colocar una almohada entre el colchón y la panza para evitar esa sensación de vacío que causa. Pareciera que se me va a ir panza y bebé a cualquier lado.
Pero aunque no parezca, esto no es una queja, momito de mamá. Sólo estoy plasmando lo que voy sintiendo y me parece importante para que vos sepas todo lo que vivimos mientas fuimos uno. Y para ayudar a mi memoria a no olvidar detalle.
Es tan maravilloso sentirte todos los días (y todas las noches...) Creo que hace unos días me cayó la ficha de que realmente en algún momento tenés que salir, y a decir verdad, me está agarrando un poco de miedito. Pero eso es tema para otro post. Ahora yo me pregunto... si ahora que estás ahi adentro se me dificulta mucho poder dormir... ¿qué va a pasar cuando estés afuera?

viernes, 20 de agosto de 2010

Doña Moma


Habíamos quedado en traerte una mascotita cuando nazcas, asi se acostumbraría a que ya éramos tres los momos-integrantes de la casa. Pero verla adentro de un shopping comiendo tímidamente una galletita de agua, a punto de ser echada por enésima vez en el día y con la temperatura mas baja de la década, no nos pudimos aguantar.
Y acá está.
Llegó a casa hace poco más de un mes. Los dos primeros días durmió y durmió. Se alimentó y creo que trató de adaptarse lo mejor que pudo a un nuevo hogar, con comida, agua y muchos mimos. Una vez que terminó con su cura de sueño, y como buena mujer, mostró la hilacha y comenzó con sus líos de cachorra. El veterinario dijo que más o menos tenía 8 meses, asi que tiene mas o menos tu edad.
Alguna que otra macana se manda. Le encantan las bolsas de basura (llenas) y pobre de nosotros si nos vamos y nos olvidamos de sacarla... Cuando volvemos, nos muestra con orgullo su obra de arte con gusto a venganza por haberla dejado sola. La retamos, intentamos parecer enojados por un rato largo, para que vea que lo que hizo está mal... pero al rato nos compra con sus orejas para atrás, su nariz manchada y sus bigotes chamuscados.
Su nombre original: Tana. Nombre adaptado como apodo que la hace parte de esta familia: Moma.
A veces estoy tentada de hacerle la francesita en esas uñas largas, que le hicimos cortar por una veterinaria que tenía menos de veterinaria que yo, así que una semana después, ya las tenía igual de largas que antes.
Conservo una muelita que se le cayó comiendo, pero el resto de los dientitos se los tragó antes de que yo pudiera impedirlo. Y los nuevos... son tan filosos y finitos... quiere darles uso con lo primero que se le cruce, sean manos, pedacitos de madera rescatados de la maceta del balcón o su propia cola, que persigue como loca girando sobre su propio eje.
Ah, y un detalle... tiene 7 tetas, le falta una. Viene fallada de fábrica y como no tenemos la factura de compra, no podemos devolverla haciendo uso de la garantía :)
Me hace acordar a mi Peggy, que tenía el mismo detalle de fábrica que la identificaba. Y la extraño tanto...
Asi que, Valen, ya tenés con qué entretenerte. Trataremos por todos los medios que sea una buena compañia y una excelente mascota para vos, dejando de lado los celos.
Yo creo que lo vamos a lograr.

sábado, 24 de julio de 2010

Mr. Hipo

No dejas de sorprenderme. He podido diferenciar entre tus movimientos normales y los que provocás cuando tenés hipo.
Si, hipo.
Son una especie de latidos rítmicos, en la parte derecha de mi panza que es donde tenés tu espalda. Es muy muy tierno, imaginarte ahí adentro con hipo… se me cae la baba de solo pensarlo.
Hasta ahora sentí tres ataques de hipo, el primero claro que no sabia que era y hasta tardé en percatarme que esos movimientos eran tan regulares y nos preguntábamos con papi si serian normales. El segundo fue anoche, durante tu performance de movimientos que sorprendían a papá, pudimos los dos sentir tu divertido ataque. Y el último hasta ahora fue hoy por la mañana, bien tempranito, como a vos te gusta despertarme. Es muy tierno y gracioso sentir estas cosas, que estás ahí, te movés como un loquito y tenés ataques de hipo… como yo! Espero que no los sufras tanto como yo sufro los míos, que necesito que papi me ayude a dejar de tenerlos.
Estuve leyendo sobre el tema y parece que es normal que lo tengas, y que pueden durar algunos minutos o varias horas y te sirve para ejercitar tu diafragma con movimientos respiratorios para cuando tengas que hacerlo solito.
Sos tan hermoso… como te amo, hijo.

martes, 20 de julio de 2010

Recta final

Hoy entramos en la semana 28 y con ella inauguramos el 7º mes y el tercer trimestre... el último de tu aventura a bordo de mamá. No puedo creer como pasó el tiempo y dónde lo dejé. Significa que esto ya no es el principio de un largo camino sino el comienzo del fin. Estamos cada día mas cerca del parto, ese día en el que vamos a dejar de ser uno y vamos a pasar a ser tres: vos, papá y yo.
Tus movimientos ya no son simples respuestas a estimulos, sino que son lentos y regulares y hasta parecieran ser coordinados.
El balance de estos 6 meses que ya transitamos es sumamente positivo. No hubo complicaciones ni sustos. Yo estoy muy bien, me siento mejor que nunca, excepto por la molestia en la costilla y el dolor de cintura que ya se está haciendo notar por el peso de la panza pero son detalles sin importancia que no me impiden en absoluto disfrutar de esta experiencia. Vos estas bárbaro, sano, calentito, creciendo a pasos agigantados y tratando de ganar peso para cuando tengas que salir.
Como ya lo comenté en el post anterior, ya estás dado vuelta, lo que significa que poco a poco te vas preparando para el día "D". Tan chiquito y tan sabio. Me enseñas a mi a ser precavida tambien y me insinuás que debería ir yo también preparando mi cuerpo y mi mente para ese día. Aunque no tengo la más mínima idea por dónde empezar. Con qué me voy a encontrar ese día? No se. Cuántas dudas que una tiene y a veces no hay nadie a quién preguntarle en el momento. Resta anotarlas para cuando comencemos el famoso Curso Pre Parto (espero aprobarlo...) De todas maneras, no le tengo miedo al parto (por ahora). Creo que si una llega a esa circunstancia con ánimo, alegría y entusiasmo se puede disfrutar. Y es lo que quiero, disfrutar de cada momento, de cada contracción, de cada dolor, para recordar de por vida y con lujo de detalles lo maravilloso que fue ayudarte a venir al mundo. Si no dudaría un instante en dar mi vida por vos, porqué voy a tenerle miedo al momento en que te voy a dar vida? Y si hay algo de lo que estoy segura es que quiero que sea un parto normal. No quiero cesárea en absoluto. Quiero poder disfrutarte desde el primer momento de tu vida sin tener que sufrir los dolores de una cirugía. Claro que si es absolutamente necesaria para que estés bien, tendremos que aceptarla, pero si está todo perfecto como hasta ahora, prefiero sentirte nacer.
A lo único que le temo es a la soledad. No tener a nadie con quién compartir el momento más importante de nuestro viaje. Veremos cómo se van dando las cosas.
De todas maneras, soy conciente que esta falta de miedo puede deberse a una negación de mi parte, pero cuando llegue la hora de verte y abrazarte, todo va a estar más que compensado.
Qué cosa más rara esta ambivalencia que se genera en mi. Por un lado, quiero conocerte ya, llenarte de besos y permitirme emocionarme con cada minuto cerca tuyo. Por otro lado, no quiero que esta panza maravillosa deje de existir. Quiero sentirte todos los días de mi vida, quiero tenerte asi cerquita y cuidarte mucho mucho. Qué nostalgia me da pensar que nuestro viaje tiene ya 2/3 de su camino andado y que nos quedan días, menos de 90 seguramente para dejar de ser uno.
Pero pese a esa dicotomía, no puedo negar que soy feliz, que me siento muy afortunada de haber conocido a un hombre como tu papi y que hayamos emprendido juntos esta aventura de ser papás.
La más novedosa, trascendente, adrenalínica, emocionante y conmovedora aventura de nuestras vidas.

sábado, 17 de julio de 2010

En boxes


Alli está tu 0 Km. Tan chiquito y a tenés un auto nuevo. Pero no me preocupa que no tengas registro, porque lo vamos a conducir papá y yo.
Tu 0 Km es marca Chicco, Modelo Cortina, Motor 20.10, descapotable, color negro y plata, llantas, gran baúl, guantera, bandeja y posavasos (o posa-mamadera =), volante regulable en altura, cinturones inerciales, dirección asistida, capota polarizada, butaca de competición con varias posiciones, huevito y base para el auto incorporados, plegable con una sola mano, liviano y hermoso por sobre todas las cosas.
Es tu cochecito, que mucho más hermoso será cuando estés ahí para ocuparlo.
Agradecemos este precioso regalo a Sofi, Mariela y Leo. Sin palabras chicos, es hermoso. No tenemos mucho más para decir que "Gracias", de parte nuestra y de Valentino, que será el beneficiario. Claro que cuando llegamos a casa no nos pudimos aguantar las ganas de armarlo para verlo e imaginarnos lo lindo que quedarás ahí dentro. Así que, manual de instrucciones en mano, nos dedicamos a darle forma a tu primer vehiculo. Incluso ya está patentado.
Quedó precioso, armadito... divino. Pero tendrá que aguardar un tiempito más en boxes por su piloto estrella.
Mientras tanto... nos lo prestás para dar una vueltita?

martes, 13 de julio de 2010

Experiencia en 4D


No es una película en un cine. Pero se le parece.
Esperamos y llegó. El momento de ver tu carita, tus gestos, tus pucheros. Mágico. Así se me ocurre describirlo. Un momento mucho más emocionante y conmovedor de lo que hubiera imaginado.
Te habíamos espiado ya algunas veces, siempre en blanco y negro, haciendo hincapié en tu crecimiento y tu progreso físico. Tus huesos, tu contextura, tu entorno. Pero ahora le agregamos un condimento que le da a tu presencia una realidad más palpable. Tu carita. Sueño con eso. Sos tan hermoso, tan milagrosamente perfecto. Claro que como tu mamá no puedo permitirme la objetividad, pero para papá y para mi sos un milagro hermoso, divino.
He visto fotos y videos de ecografías 4D muchas veces, pero obviamente que verte a vos no tiene comparación y superó todas mis expectativas. No puedo dejar de recordar tu carita, tu nariz, tu boca, tu pera, tu hermoso mentón. Tan chiquito, tan maravilloso, tan perfecto, tan nuestro. Sos vos. Sos el que me desvela a la noche, el que me despierta por las mañanas, al que le gusta el agua calentita de la ducha y la coca-cola, la ensalada de fruta, el queso roquefort y el Pico Dulce. El que me responde con pataditas cuando le hablo o le pongo música. El que hace que mi panza sea lo más parecido a un flan cuando juega.
Es difícil al principio relacionar a ese bebé que aparece en la pantalla en colores, gordito, con sus muecas, su manito en la frente, rozándose la boca y la nariz, con este bebé con el que convivo a diario, que me regala los momentos más maravillosos de mi vida como mujer, como mamá. Es difícil comprender que aquella lenteja de 0,5 cm. creció, se desarrolló y milagrosamente hoy es un bebé formado, de 1.300 Kg con manos, brazos, piernas, corazón, ojos, orejas, nariz, personalidad y nombre propio. Pasaste de ser un poroto a ser Valentino, con todo lo que eso implica. Y te amamos. Te amamos tanto, tanto...
"Es parecido a vos, mamá" me dijo el médico, pero es en lo último que pude pensar. Te miraba en la pantalla y no podia dejar de llorar. Casi que ni podía contestarle al médico las preguntas que me hacía. Y papá no se quedó atrás.
"Este bebé está muy estimulado" dijo. Y a mi se me ocurrió pensar que se debía a la galletita con chocolate y a la Coca que nos consigió el tío Lucas y que yo me aseguré de que te lleguen unos minutos antes de la ecografía, así podíamos verte despierto y moviéndote. Senti un poco de culpa por ese soborno, pero estaba justificado.
"Está cabeza abajo, ya se dio vuelta". Niño precavido si los hay. Faltan tres meses para tu nacimiento y ya te colocaste patas para arriba, que es el único caso en que no se considera que todo sea un caos. Aquí lo mejor que podés hacer es vivir estos últimos meses con tus patitas golpeando en mi diafragma...=)
"Ya saben qué es?" Y me acordé de la última ecografía. Pero esta vez, respondí: "Si, pero queremos confirmarlo". (Advertencia: la siguiente respuesta y sus correspondientes imágenes vistas en pantalla no son aptas para menores)"Acá está. Huevos y pito. Es un varón CONTUNDENTE". Con papá nos apretamos fuerte fuerte las manos y a mi me latió mucho más rápido el corazón. Y ahí me surgió una duda: sabíamos que eras un varón o deseábamos que fueses un varón? No lo se.
Que felicidad tan grande, tan profunda, tan pura. Es increíble el sentimiento que generás y mucho más si se puede compartir, en este caso con tus abuelos Carlos y Betty y algunos de tus tíos.
Pero yo me pregunto, y ahora qué? Al principio del embarazo esperé que crezcas los suficiente como para verte en las ecografías; después esperé que llegue el momento justo para verte en 4D y ahora qué me toca esperar? Lo único que puede superar el momento de ayer va a ser el parto. Cuando te conozca, te tenga en mis brazos y te pueda besar, acariciar, decirte al oído lo mucho que te amo y que siempre vamos a estar juntos. Los tres juntos. Una familia. Feliz. Pero no va a ser un final feliz.
Va a ser un comienzo "contundente"...

sábado, 10 de julio de 2010

Art Attack


4 litros de pintura blanca y 2 litros de "Azul Chiffon", 2 rodillos, 2 pinceles y manos a la obra...
Decidimos que pintaríamos todas las paredes de blanco y una de celeste, que es en la que va a ir apoyada tu cuna.
Así que comenzamos con las que necesitaban una buena lavada de cara de color blanco y así fue que recibieron todas ellas una mano de pintura por parte de nuestro Miguel Angel, que resultó ser un entendido en la materia casi sin saberlo. Siguió el techo, lo más complicado para nuestro pintor, que con ayuda de un extensor logró llegar, no sin esfuerzo, a esta lejana región.
Pero la parte más divertida sin duda fue la que usamos el celeste. Con paciencia y con pinceles, y con la ayuda de nuestra amiga, la cinta de "carpintero", delineamos los bordes para que quede lo más prolijo posible. Y a decir verdad, tan mal no nos fue. En realidad, nos quedó divino. No hay dudas que la ilusión, el amor y la dedicación que encierran esas 4 paredes son inmensas. Todo esto va dedicado a vos, que incluso sin ver lo que pasaba alrededor, te movías como un loco como queriendo manifestar tu aprobación ante semejante cuadro.
Pintar unas paredes puede resultar aburrido, hasta tedioso como trabajo para un domingo a la mañana, pero pintar las mismas paredes de una habitación destinada a un bebé en camino, es una de las experiencias más motivadoras que he vivido en estos últimos meses. Es para vos. Por eso resulta tan conmovedor. Hay tantas ilusiones puestas ahi... ya te imaginamos durmiendo, gateando, jugando en ese lugar.
Queda mucho por hacer todavía, pero vamos de a poco, paso a paso.
Estoy disfrutando tanto de todo esto que no quiero perderme de nada por apurada.
Quiero saborear este momento único que es un embarazo. El primero.
La espera de un hijo, de nuestro hijo Valentino.

viernes, 25 de junio de 2010

martes, 22 de junio de 2010

Los papás de.

Ya no somos ni Cristian ni Andrea. Ni Cris ni An. Somos los papás de Valentino.
Desde que quedé embarazada, lo más importante para nosotros sos vos y parece que para nuestros amigos y familiares también.
Es raro esto de perder paulatinamente la personalidad y el protagonismo de la vida de uno. Los mensajes de texto que nos llegan, primero preguntan por vos. La gente que nos ve, primero saluda a la panza... después, y si se acuerdan, a nosotros. No son celos ni nada parecido, nos encanta que esto pase porque evidencia que todos te quieren y se preocupan por vos. Pero este tema merecía un comentario porque es nuevo para nosotros. Pero supongo que le debe pasar lo mismo a todas las parejas que esperan un bebé. Y resulta muy tierno y divertido.
La peor parte se la lleva papá, porque por lo menos yo conservo la categoría de ser tu sachet por algún tiempo mas y asi ligo alguna que otra pregunta de rebote o preocupación al paso, pero eso es sólo porque estás acá adentro. Pero el día que nazcas, tampoco yo voy a existir y vos vas a pasar a ser el centro indiscutido de todo.
Un ejemplo. En situaciones normales, durante una visita al médico, te llaman por el apellido o por el nombre, dependiendo de la confianza con el profesional, pero ahora sea obstetra o ecografista, enfermera o recepcionista del centro de salud, todos resumirán mi identidad en "mami" o, en su defecto, "papis" si se acuerdan que existe el pobre integrante masculino de la pareja. Como nos llamemos nosotros, realmente no le interesa a nadie. Y la verdad es que a nosotros tampoco.
Me di cuenta que, inconscientemente, dejé de agregar mi nombre como firma al final de cada post. Eso es porque yo ya no soy más Andrea. Soy tu mamá. Y es lo mas hermoso del mundo. Ser tus papás.
Los papás de Valentino.

lunes, 21 de junio de 2010

Feng Shui o Síndrome del Nido?



Nos estamos dedicando por estos días a preparar tu habitación para cuando pidas pista y decidas que es momento de aterrizar en casa. Había que desocupar tu cuarto de biblioteca, escritorio y mesa de computadora, hacer lugar en tu placard para poner tu ropita y todo eso generó un dilema: dónde ponemos lo que sacamos de acá? Hay que tener un poco de imaginación o acordarse del famoso tetris, que tiene varias utilidades prácticas en la vida real (me hce acordar a cuando viajaba asiduamente en tren y era muy necesario jugar un rato a eso para poder entrar o salir del vagón sin morir en el intento).
Al tener que redistribuir los objetos, decidimos hacer un poco de Feng Shui en el living-comedor de casa. Pero no puedo continuar hasta no haber dado una breve explicación de lo que esta ciencia significa: "El Feng-Shui es una técnica que permite explotar y sacar provecho de la energia cósmica (el ch'i) propia a nuestro medio ambiente. Esta diciplina ancestral china nos muestra como el medio ambiente está lleno de energías favorables o desfavorables y la mejor manera de disponer de nuestro espacio para optimizar la circulación de las energías. Asi gracias al Feng-Shui podemos aportar influencias positivas en nuestros hogares u oficinas.
El Feng-shui significa literalmente "viento y agua". Se puede decir que es una "acupuntura" del espacio en que vivimos pues asi como se pueden corregir las energías desequilibradas en nuestro cuerpo, se puede también corregir la falta de armonía de nuestro medio ambiente y evitar los efectos negativos sobre nuestra vida social y afectiva.
La habitación, el baño, el jardin, la sala principal, los edificios y hasta por debajo de cualquier mueble existe un flujo de energia vital o "ch'i". El Feng-Shui estimula el "ch'i" bloqueado o frenado a circular libremente en el espacio modificando las disposiciones de los muebles".
Yo creo que más que "energía cósmica", tenemos una fuente de ganas y un motor principal que se llama Valentino. Es por vos.
Esto de desocupar muebles deja en evidencia mi alma de cartonera-basurera. Cuántas cosas, cositas, papeles, papelitos, cajas, cajitas que uno guarda "por las dudas". Por las dudas de qué? Algunas se guardan por si uno las llegase a necesitar en un futuro y otras no se tiran por lástima o por sentimentalismo. Sea como sea, llega un punto en el que las cosas me tapan. Y ahi viene la limpieza.
Leyendo un poco de aquí y otro poco de allá, me senti identificada con aquellas que "sufren" el Síndrome del Nido. Y eso? Con qué se come? Es contagioso? Aqui, la breve alusión teórica: "Es frecuente durante el embarazo, y sobre todo después de la segunda mitad, que la embarazada se sienta ansiosa por acomodar la casa, el cuarto y las cosas del bebé. Es una conducta relacionada al deseo de control de la situacion para el momento del nacimiento. Esto da una sensación de tranquilidad y confianza a la futura mamá". Mirá lo que generás! Hasta me ponés a ordenar!

domingo, 20 de junio de 2010

El mejor regalo



No es el video ni el mini conjunto de la selección, ni la camiseta de Argentina.
El mejor regalo sos vos.
Gracias a vos, mi amor más grandote se convirtió en PAPÁ. Ni medio papá ni papá a medias. Sencillamente papá. Que todavía no hayas nacido y que sigas disfrutando de tu pileta climatizada es lo de menos. Porque tenés vida, existís, sos la luz de nuestras vidas y tenés nombre. Sos nuestro hijo. No importa dónde estés ni cuántos días, semanas, meses o años tengas. Siempre vas a ser nuestro Valentino, nuestro bebé. El mismo que hoy le entregó al (hasta ahora) único hombre de la casa su flamante título de PAPÁ.

viernes, 18 de junio de 2010

Te movés mucho, poquito o nada.



Desde que empezaste a hacerte notar con tus movimientos, lograste tranquilizar un poco a tus ansiosos padres. Cuando todavía no se me notaba la panza y mucho menos tus revoloteos, la incertidumbre era inmensa. Saber si estabas bien, o si estabas creciendo como se debía, solo podía saberse mediante una ecografía, que son mucho más esporádicas y breves de lo que uno quisiera. Se llega a pensar en alquilar o comprar un aparato ecógrafo para espiarte y corroborar que estás ahí y que estás bien. Pero claro que son ideas locas que pierden su peso rápidamente.
Pero ahora que te podemos sentir, yo desde adentro y papi desde afuera, nos genera una tranquilidad muy grande. Te siento más o menos cada tres horas o luego de almorzar, cenar o comer algo rico. En general sos bastante puntual. Pero hay veces que te retrasas un rato en moverte, porque estás cansado o simplemente porque no tenés ganas, y ahí me empiezo a preocupar. Y empiezo a pedirte por favor que te muevas así vuelvo a respirar. El otro dia después de cenar, había una inesperada quietud en mi panza, asi que con papi nos decidimos a despertarte molestándote tocando un poco la panza. No respondiste sino al minuto o minuto y medio y nos pegaste unas hermosas pataditas como diciendo: “que hinchas… a ustedes no les gusta que los despierten de la siesta…” Pero bueno, tenés que entender que tus padres son insoportables. Y por nuestro lado, nosotros tendremos que entender que no vas a estar siempre dispuesto a darnos señales de vida cada diez minutos. Y me pongo a pensar qué difícil va a ser cuando ya tengas edad para salir solo y pases horas sin llamarnos. Ahí no te voy a tener tan cerca para darte unas palmaditas como ahora y pedirte que me digas si estás bien.
Tendremos que ser pacientes… la pregunta es cómo se hace.

miércoles, 16 de junio de 2010

sábado, 12 de junio de 2010

Datos sueltos.



Empezó el mundial y hoy jugó Argentina contra Nigeria su primer partido. Ganamos 1 a 0 (Aramos, dijo el mosquito)… después de tantas discusiones por los jugadores, que este si, que este no, que si juegan o no juegan amistosos, que si entrenan sólo por la tarde, que si Maradona sabe o no sabe, ganamos. Y es lo que importa.
Otro dato súper importante: tenemos platos nuevos… Cuando nos mudamos juntos con papi compramos un hermoso juego de vajilla blanco con detalles negros en los bordes. Divinos. Pero poco prácticos. Por lo menos los platos playos, que son súper pesados y grandes y no se pueden ni lavar porque no entran en la bacha. Además de las 6 piezas originales, sólo nos quedaron 3. Así que buscamos algo más práctico, liviano y para todos los días, y encontramos unos rayados en verde y celeste que nos encantaron. Además compramos unos transparentes bien básicos para que no nos de tanta lastima si de casualidad se rompen. Con el día a día uno aprende que a veces lo más lindo no es lo más práctico. Calculo que con vos nos va a pasar lo mismo. En el afán que tengas lo mejor y lo más lindo, seguro que muchas veces nos vamos a equivocar, pero así se aprende.
También tenemos vasos nuevos. Pero esos son sólo de repuesto.
Lo ultimo, hace unos días habíamos comprado ropita para vos, pero como todavía no sabíamos si te gustaba más la gama del celeste o del rosa, compramos una prenda para nena y otra para varón, con la idea de cambiar cualquiera de las dos cuando nos enterásemos.
Así que allá fuimos, a devolver el conjunto de vestido blanco con flores rosas y el pantalón tipo calza en rosa chicle, porque supusimos que no te iba a quedar acorde… y trajimos una ropita preciosa, bien de varón, muy canchera. Una camisita cuadrille en tonos de verde, unas zapatillas tan diminutas y preciosas que de solo imaginarme que ahí adentro van a estar tus piecitos, ya me dan ganas de mordértelos cual empanaditas de copetín. Y unos amiguitos muy muy tiernos, bautizados Pascual y Pascualito, que van a ser tus compañeros de cuna cuando te cueste quedarte ahí durmiendo solito.
Aunque estoy segura que a mi me va a costar mucho mas que a vos.

miércoles, 9 de junio de 2010

Nuestro cielo es celeste



Ya saben que es? Pregunto la ecografista. No, y es lo que vinimos a averiguar! Dijimos los dos juntos.
Es un varoncito…
Nos miramos con papi y se nos llenaron los ojos de lágrimas. Somos muy felices de poder llamarte por tu nombre. Siento que a partir de ahora tenés más personalidad, tenés nombre. Sos Valentino. Mi Valentino. Mi amor. Mi bebé. Que ganas de conocerte, mirarte, acariciarte y decirte lo mucho que te amo, que daría la vida por vos sin dudarlo un segundo.
Valentino. Que bien que suena. No me canso de repetir tu nombre. Que lindo es sentir cuando te movés, cuando jugás, te acomodas, cambias de posición. Verte en la ecografía con tus piernitas cruzadas una arriba de otra, contarte los huesitos y verte la carita… es inexplicable. Y ver a papá emocionado mirando la imagen en la pantalla mientras la médica nos decía que estás perfecto, que tenés todos los huesitos formados, que sos un varón hermoso hermoso… es algo que no se olvida.
Además pudimos grabarte en DVD, entonces ahora no paro de verte y no dejo de emocionarme cada vez que veo tu cuerpito, tus manos, tu cara, el cordón umbilical, los latidos de tu corazón, el momento en que nos dijeron que eras un varón. Fue muy lindo sentir tus movimientos y al mismo tiempo verlos en la pantalla. Era como en tiempo real, por más obvio que parezca. Te siento con mucha frecuencia y siempre me pregunto qué parte de tu cuerpo será. Y ahí tenía las respuestas, movimiento adentro mío y una manito moviéndose en la pantalla… Otro movimiento y una piernita que cambiaba de posición…
Hoy por primera vez me despertaron tus movimientos. Al principio los sentía muy profundamente adentro mío, luego los pude sentir en las manos al apoyarlas en la panza, después te dejaste sentir por otras personas y ahora funcionas como mi reloj despertador personal. Y el más hermoso que haya tenido nunca.

Aquí va el significado de tu nombre:
“Valentino es un nombre de origen latino y es una persona que posee gran fortaleza.
Tiene un alto sentido del deber y de la justicia y una gran imaginación.
Son comprometidos y románticos”.
Yo sé que vas a ser romántico solo con mami… que ni se te ocurra traerme ninguna chiruza que pretenda sacarte de al lado mío…
Celosa yo? No… =)
Es increíble como todo el día, la noche, los días, las semanas giran en torno a vos. Mi bebe. Gracias por existir.

martes, 8 de junio de 2010

22 Semanas


Tenés 20 semanas de vida, medís cerca de 27 cm. y pesas alrededor de 700 gramos. Cuando estás despierto disfrutás escuchando las voces o la música que te hago escuchar con el acompañamiento permanente del latido de mi corazón. Según la psicología fetal, se supone que podés tener cambios de estados de ánimo. Podés llorar, reír y hasta enojarte. ¿Por qué no? Si tu sistema límbico (lugar del cerebro que controla los sentimientos y emociones) está en pleno desarrollo.
Esta semana te ves como un recién nacido, pero en miniatura. Tu piel todavía se ve arrugada, pero a medida que vayas aumentando de peso las arrugas desaparecerán.
Tus labios ya se ven muy bien, y dentro de las encías se están empezando a formar tus dientes. Pero tu primer dientito no asomará hasta que no tenga entre 5 y 7 meses.
Mañana tenemos la ecografía y estamos muy ansiosos por verte y comprobar que estás bien. Te pedimos por favor, que nos dejes saber que sos. Es importante para nosotros poder llamarte por tu nombre, comprarte cositas pensando en como te van a quedar, preparar tu habitación acorde a vos y sobre todo, imaginar tu cara, tu boca, tu mirada.
Estoy muy ansiosa y no paro de pensar en vos. Te amo bebé.

martes, 1 de junio de 2010

Habeas corpus

Llamado a la solidaridad.
Estoy perdiendo el ombligo. Poco a poco va perdiendo profundidad así que asumo que en cualquier momento va a desaparecer o va a sobresalir cual pochoclo. Si alguien ha visto mi ombligo por ahí, por favor mandenmé un mensaje de texto y enseguida iré en su búsqueda.
Esto del ombligo es raro para mi, pero es una evidencia más de tu presencia, tu crecimiento y tus ganas de vivir. Y es maravilloso.

Hoy estamos cumpliendo 21 semanas (19 de vida para vos) y medís cerca de 25 centímetros de la cabeza a los pies y pesas alrededor de 500 gramos. Tus movimientos son intensos y te haces notar muchas veces durante el día. Por ahora, tenés espacio suficiente para realizar todo tipo de movimientos, estiramientos y giros, así que aprovecha ahora. Si sos una nena, ya tenés la vagina formada, y si estás en la posición adecuada, en la próxima ecografía que es el miércoles 09 de Junio nos podrán confirmar si sos un bebito o una bebita. Ya no te alejás de lo que tocas con las manos, o los pies, sino que, por el contrario, abrís la boca con frecuencia y te chupas el pulgar, ese será tu mayor entrenamiento para preparar tu instinto de succión para cuando tengas que tomar la teta. La evolución de tu aparato respiratorio sigue su curso normal, por lo tanto los movimientos prerespiratorios serán frecuentes.
Los huesos de tu oído medio (los más pequeños del cuerpo humano) han empezado a endurecerse para facilitar la transmisión del sonido.
Me escuchas amor? Te amamos mucho. Sabelo.

martes, 25 de mayo de 2010

Festejemos

200 años han pasado desde la Revolución de Mayo y (¿sólo? ¿ya?) 20 semanas desde que nos elegiste como papás. Estamos a mitad de camino y cada día es un mundo nuevo para mi. Creo que desde anoche no sólo te hacés notar desde adentro sino también que al apoyar mi mano en la panza sentí como te movías. Lo que significa que no sólo yo voy a poder disfrutar de esta hermosa sensación, sino que todos los que te quieren y están muy ansiosos por conocerte (en especial papi), van a tener el honor de apoyar su mano y sentirte. “…tengo boletos de primera fila, para verte despertar por las mañanas…”
El fin de semana fue largo largo. No sólo por los feriados, sino porque mami no estuvo de lo más contenta. Lo único que me alegraba era pensar en vos y concentrarme en tus momentos de siesta y juegos
“…tengo la firme convicción, de que si estás me consolido…” Agradezco a los tíos Gi y Ro que haciendo honor a la época, actuaron de dama de compañía durante estos días. Así pude evitar un poco el sentimiento de soledad que me inundó. “…Adiós melancolía, gracias por la compañía, pero aquí ya no hay mas sitio para usted…”

¿Vaso medio lleno o medio vacío? Depende del día.
A veces veo el camino ya recorrido como una bendición, porque estamos cada día mas cerca de estar juntos para siempre, aprender los tres a ser hijo y papás. “… y la sospecha de que ni sospechas cuánto te amo…”
Y a veces pienso: ¿ya a mitad de camino? ¿Cuándo? ¿Dónde me olvide estos meses?
La realidad es que aquí estamos, conociéndonos, acostumbrándonos el uno al otro y pienso que voy a extrañar estos momentos hermosos que me das cuando decidís moverte. Pero no puedo esperar a vivir todos los momentos de felicidad que me vas a regalar cuando decidas que es momento de venir a mis brazos “…Tengo un stock de besos sin estreno, y un camión de amor del bueno para ti…”
Tu resumen semanal esta vez va comentado, por la importancia del momento.

Durante esta segunda mitad del embarazo, tu peso aumentará más de diez veces, hasta llegar aproximadamente a unos 3 kilos y tu longitud será el doble que en esta semana (pasará de unos 25 centímetros a unos 50). Espero no aumentar de peso en la proporción que lo vas a hacer vos… =)
Podés oír… el líquido amniótico que te rodea distorsiona los sonidos (como cuando estamos debajo del agua), pero aún así ya podes escuchar nuestras voces y reconocer una canción, el latido de mi corazón o mi respiración. Además, percibís la luz, te movés, tragás líquido amniótico, haces pipi, quizás hasta comiences a tener memoria.
Todos tus movimientos son por reflejo y son fundamentales para que no haya deformidades articulares ni corporales. Aún no sentís el dolor. Gracias a Dios. Y espero nunca lo sientas.
Tus pulmones y el tubo digestivo están madurando. Tu cerebro cuenta con 30.000 millones de neuronas y estás desarrollando especialmente áreas destinadas a los sentidos del gusto, el olfato, la audición, la visión y el tacto. Si sos una niña, tus ovarios ya cuentan con 6 veces más óvulos que al momento de nacer (que serán cerca de un millón). Iba a hacer un comentario sobre las molestias de la menstruación y de lo que mes a mes nos genera a las mujeres, pero pensándolo bien, es lo que hoy me permite tenerte acá conmigo y no la cambiaria por nada.
Ya tenés cejas, pelito en la cabeza y miembros muy bien desarrollados. Tu forma y las proporciones generales de tu cuerpito ya son completamente humanas. O sea que te debés parecer mucho al bebote que vamos a conocer dentro de unos meses…


Una noticia, que más que noticia, es un regalo. Jime me pidió que sea madrina de Bauti… qué feliz me hace que haya pensado en mi para un papel tan importante, y de un bebé tan hermoso y con tanta dulzura como él. Madrina de Bautista. Todavía no lo puedo creer. Dejame procesar un poco más la idea y después me explayo en el relato de lo que siento. Pero te adelanto que me invade una felicidad muy grande y estoy tratando de tomar conciencia de la responsabilidad que me toca.
Tenemos tiempo para los preparativos. Me dijo Jime que lo va a bautizar el día de su primer cumpleaños. Así que hasta Abril de 2011 tengo tiempo de pensar y preparar sorpresas. Y ya me estoy preguntando qué te voy a poner… vas a tener 6 meses si Dios quiere. Sólo que todavía no sé qué sos, entonces estoy limitada en mi imaginación. Estoy un poco acelerada, no?
“… Y te tengo a ti por donde quiera…”

lunes, 24 de mayo de 2010

Cosas nuevas

Anoche estuvieron visitandonos los tíos Gi y Ro y nos trajeron un estetoscopio... con mucha paciencia pudimos escuchar los ruiditos que haces cuando te movés adentro mío, una emocion muy grande, que nos da un indicio más no sólo de que estás sano, sino que te gusta mucho lo dulce y que sos muy activo... espero me dejes dormir algo cuando nazcas =)
Una nueva sensación que apareció estos últimos días, se me pone muy dura la panza. Estuve averiguando y dicen que son las contracciones de Braxton Hicks. Aqui una pequeña explicación: "Son contracciones uterinas esporádicas que comienzan alrededor de la sexta semana del embarazo, aunque la mujer no pueda sentirlas sino hasta la semana 18 o 19. Reciben su nombre de un médico inglés, John Braxton Hicks, quien las describió por primera vez en 1872.
Se caracterizan porque abarcan todo el útero y no son dolorosas y sólo se siente que el abdomen se endurece y da una sensación de tensión abdominal cuando aparecen. Duran aproximadamente entre 30 y 60 segundos. Corresponden a un ejercicio del músculo uterino para prepararse para el día del parto. El útero, como todo músculo, debe tener un cierto entrenamiento para soportar el trabajo que significa el parto. Ese día deberá contraerse por un período de aproximadamente 9 horas (si no más) y si no tuviese un entrenamiento adecuado se agotaría."
Ayer por la mañana, estando todavía acostada en la cama, sentí una y al tocarme la panza, noté una dureza en el costado izquierdo de mi ombligo... llegué a la conclusión que era tu cabecita, ya que era una redondez tensa que no se notaba en otro sector de mi panza, a pesar de que estaba toda dura. Obvio, lagrimitas por mis mejillas. Te amo bebote de mamá.

martes, 18 de mayo de 2010

Definitivamente si.

Sos vos.
Desde la semana pasada, descubriste que podés hacerme todavía más feliz y por momentos (en especial después de comer algo rico) me regalas un montón de tus movimientos. Ya puedo distinguir cuándo dormís y cuando te despertás… hay momentos de plena calma y de repente siento que te desperezás, te estirás y comenzás a hacer movimientos. Claro que lo que todavía no puedo reconocer es qué es lo que estoy sintiendo, si tu piernita o alguna manito. Pero no importa, porque ya sé que sos vos el que me regala estos inolvidables momentos.
Hoy, 19 semanas y resulta complicado traducirlo en meses, porque todo se mide en semanas y a los médicos no les gusta reflejar eso, pero puedo decirte que hoy cumplimos 5 meses creciendo juntos.

Ya 5 meses? Donde están? Cuándo pasaron? No puedo creer que el tiempo pase tan rápido, estamos a mitad de camino de estar juntos para toda la vida y miro para atrás y no encuentro dónde dejamos estos primeros meses…
Soy tan feliz de tenerte acá, tan cerquita. Me haces sentir orgullosa de nuestra panza que crece sin parar y que día a día, semana a semana cambia muchísimo. Y lo mejor de todo, por lejos, tus movimientos.
Hoy fuimos al médico, te escuchamos el corazoncito y late 140 veces por minuto, un bebé muy vital, según el doctor… Vos estas muy muy bien, la que presenta irregularidades es tu mamá, o sea yo. Tengo un dolor constante debajo de la costilla derecha y me dice que pueden ser piedras en el hígado (para mi no son piedras, son gemas… tienen mas glamour :), y esto se confirmará o no con un ecografía… así que estamos listos para volver a verte otra vez los primeros días de junio, que es lo que más contenta me pone.
Aqui tu progreso semanal:
swlf.lilyslim.com/TikiBlogger.php/AWAw