Tercera ecografía, tan esperada, tantas ganas de volver a verte. Tantas ganas de acortar un poco las distancias, no porque estemos lejos, sino porque los pocos cm. que nos separan nos causan mucha intriga… la ansiedad que generás en papá y en mi, no tiene precedentes. Te pasa lo mismo bebé? Tan poco duró nuestro tiempo de verte ahí en la pantalla, pero por suerte pudieron corroborar que estás creciendo bien… tu cabecita, tu columna, el fémur, tu abdomen… sos tan lindo amor, tengo tantas ganas de verte, de abrazarte, de darte toda mi vida.
Estabas dado vuelta, mirando para abajo, asi que no te dejaste ver. Por lo tanto seguimos con la gran duda, comprandote cositas de colores neutros. Hiciste bien, amor. Tenés personalidad y me gusta. No tenías ganas de que te molestemos con esas cosas y debes haber pensado, “porqué no se dedican a otra cosa estos dos, por ejemplo, a armarme la habitación…? ya cuando salga van a tener tiempo de sobra para ver que soy. Dejenmé descansar y disfrutar estos meses tranquilo, estoy tán cómodo, tan feliz acá adentro…”
Está bien, bebé. Prometo que te dejamos en paz con ese tema. Por lo menos, hasta la proxima ecografia, claro. Te amamos.
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